The Weeknd trae sus ‘Blinding Lights’ al Halftime del Super Bowl

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El artista puso en alto su creatividad escénica en lo que parece ser el show de su carrera.

Con más de diez años de carrera, tres premios Grammy a su nombre, y una discografía que desalienta todas las expectativas del R&B actual, Abel Tesfaye, también conocido como The Weeknd, cautivó al mundo con lo que ha sido su performance más desafiante hasta ahora. 

Se trata del Halftime Show del Super Bowl LV, el cual fue protagonizado por el artista canadiense el pasado domingo, 8 de febrero. Invirtiendo hasta 7 millones de su propio bolsillo, Tesfaye ocupó la tarima más grande en televisión con un paisaje urbano, recubierto de coristas que cantaban en armonía mientras comenzaba el espectáculo. Minutos después, The Weeknd emergió entre los edificios en contraluz, simulando la llegada de algún mesías del pop — muy a tono con su marca. 

Aún así, la escenografía no abacoró a sus espectadores. Producido por Roc Nation, la escenografía y la iluminación de la tarima mantuvieron un balance ineludible, con un mood lo suficientemente sombrío como para que las canciones de Tesfaye obtuvieran su merecida ovación. 

El repertorio de la noche contó con las canciones más exitosas de The Weeknd, comenzando con ‘Starboy’ y ‘The Hills’. Luego, siguiendo el formato de sus últimas presentaciones, Tesfaye abre paso a un cuarto de luces y espejos donde sostiene una cámara frente a su cara mientras nos canta ‘Can’t Feel My Face’. Es ahí también donde aparecen sus bailarines por primera vez, quienes visten idénticos al artista con la excepción de los vendajes que cubren sus rostros (iguales a los que vemos en el video de ‘Too Late’). 

Durante ‘I Feel It Coming’, Tesfaye mantiene su mirada sobre la cámara, bailando prestamente a solas como muchos hemos hecho durante la pandemia. Mientras, en lo que parece ser la mitad del show, canciones como ‘Save Your Tears’ y ‘Earned It’ proveen un breve respiro a lo que hasta ahora ha sido una explosión de estímulos visuales. 

Cuando llegamos al final del performance, los bailarines se convierten en una manada, ahora bailando como zombis a la letra de ‘Blinding Lights’. El artista libera las notas más impresionantes de la noche, como si las hubiese reservado para este momento preciso. Y en un vaivén progresivo de tomas, la cámara se acomoda en un low-angle shot, intensificando la mirada de Tesfaye, y con fuegos artificiales relumbrando en el fondo. 

Casi sacado de una película distópica de los 80, la escena es también recordativa de esas ‘luces cegadoras’ de las que canta el artista. Sí, nos ciegan, pero no nos dejan a oscuras.

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